Si algo ha aprendido el “management” para contribuir a la sostenibilidad de nuestras organizaciones en este mundo empresarial tan cambiante de la última década, es la necesidad de ser mucho más eficiente, tanto a nivel personal como profesional. Ya no vale sólo con tener un buen producto o una gestión financiera impecable, la adaptación constante a las necesidades cambiantes y complejas de los clientes, exige resetear continuamente las habilidades y los conocimientos necesarios para hacerles frente. Y precisamente por estos motivos las relaciones humanas adquieren una relevancia nunca vista en las organizaciones, ya que son las personas y sus relaciones las que proporcionan las llaves para crecer e innovar al ritmo que el mercado demanda. En este contexto, las personas deben decidirse entre gestionar o liderar.
Gestionar es muy diferente que liderar, pero son roles que a menudo se confunden. Deducimos que un manager que tiene personal a cargo está liderando y gestionando. Y que aquel que no es manager y no tiene personal a cargo, sólo gestiona. Y actualmente, no siempre es así. La tecnología ha facilitado las conexiones entre todas las personas de la organización y el liderazgo ya no es exclusivo del galón que se tiene. Los líderes silenciosos de las empresas son igual o más importantes que los del organigrama. Dependerá en gran medida de que los managers actúen como líderes o no. Que actúen no sólo gestionando sino además inspirando actitudes y comportamientos, y los dirijan hacia objetivos de crecimiento personal y profesional concretos. Planificar, diseñar, evaluar prioridades, tomar decisiones, organizar o controlar presupuestos es fundamental, pero eso no es liderar. La combinación de estas tareas de gestión con el liderazgo es lo que realmente confunde y hace que pocos managers dediquen tiempo a liderar. Las claves para conseguir pasar de la gestión al liderazgo están en ti y en tu equipo:
“No tiene sentido contratar personas inteligentes y después decirles lo que tienen que hacer” Steve Jobs
– Cuando gestionas das las instrucciones necesarias para que las cosas se hagan. Cuando lideras inspiras a las personas de tu entorno a que aporten su mejor versión para hacer algo.
“La mejor forma de predecir el futuro es construirlo” Alan Kay
– Cuando gestionas te centras en que los planes operativos se cumplan en tiempo y forma. Cuando lideras relacionas esos planes con una visión estratégica, compartiendo objetivos y motivando al equipo en ese camino.
“Dímelo y lo haré, enséñame y lo veré, involúcrame en ello y lo aprenderé” Confusio
– Cuando gestionas dedicas tiempo a procedimientos, normas y recursos. Cuando lideras dedicas tiempo a hacer participe a las personas, acompañándolas y orientándolas cuando es necesario de manera honesta e integra. Te adaptas y te preocupas por su estado de ánimo y proporcionas las herramientas necesarias para su bienestar.
“Si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo” Albert Einstein
– Cuando gestionas te basas en tu experiencia y repites siempre lo que te ha dado resultado. Cuando lideras desafías tu “status quo”, tú cargo no es lo más importante, y estas abierto a las nuevas ideas o/y propuestas de los demás por poco convencionales que te parezcan.
“Siempre parece imposible hasta que se hace” Nelson Mandela
– Cuando gestionas sólo te preocupa el resultado y las probabilidades de éxito, vas a lo seguro, lo demás no importa. Cuando lideras das importancia al cómo se hace, a tu comunicación y a cómo lo perciben los demás, superas las dificultades con optimismo y en equipo por muy complicado que sea.
“El talento gana partidos pero el trabajo en equipo y la inteligencia gana campeonatos” Michael Jordan
– Cuando gestionas la información es poder y no es prioritario establecer espacios para compartirla o para colaborar. Cuando lideras lo compartes todo, hasta tus inquietudes, con la intención de aprender colectivamente. Te reúnes asiduamente individual y colectivamente no sólo para hablar de resultados sino también de sensaciones. No gestionas cuentas de explotación, lideras personas.
Como seguro que has deducido leyendo estas claves, el manager pasa la mayor parte de su tiempo entre la gestión y el liderazgo. Lógicamente no todo es liderar, pero lo más importante es saber cuánto tiempo pasas liderando y cuánto tiempo estás gestionando; Esa será la diferencia entre generar valor y lograr resultados a largo plazo, o asegurar la operativa diaria a corto. En el equilibrio de estos dos conceptos, en función de tu equipo y de la situación en que te encuentres, radicará el crecimiento de tu liderazgo. Y recuerda: no necesitas un puesto de trabajo específico para generar un impacto positivo en tu organización.
Autor:
Francesc Porta Nuñez
Master en couching directivo deportivo y psicologia de alto rendimiento
Licenciado en psicologia y postgrado en gestión de Recursos Humanos
Número de colegiado: 26629
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